La desloratadina es un antagonista de la histamina no sedante, de acción prolongada, con potente actividad antagonista del receptor H1 periférico. La desloratadina ha demostrado tener actividad antialérgica, antihistamínica y antiinflamatoria [SG1].
Las concentraciones plasmáticas de desloratadina se pueden detectar dentro de los 30 minutos a partir de su administración.
El agente se absorbe bien, lográndose concentraciones máximas al cabo de aproximadamente 3 horas; la vida media de fase terminal es aproximadamente de 27 horas. El grado de acumulación de la desloratadina se correlaciona con su vida media y con su administración de una vez al día.
La biodisponibilidad de la desloratadina es proporcional a la dosis entre 5 y 20 mg.
La desloratadina se conjuga moderadamente (83 a 87%) con las proteínas plasmáticas. No hay evidencia de acumulación clínicamente significativa del fármaco después de su administración una vez al día (a dosis de 5 a 20 mg) hasta por 14 días.
La enzima responsable del metabolismo de la desloratadina aún no ha sido identificada, por lo que algunas interacciones con otros medicamentos no pueden ser completamente excluidas. Estudios in vivo con inhibidores específicos de CYP3A4 y CYP2D6 han mostrado que estas enzimas no son importantes en el metabolismo de la desloratadina. La desloratadina no inhibe CYP3A4 ni CYP2D6 y no es sustrato ni inhibidor de la glucoproteína P.
En un estudio de dosis individuales, usando una dosis de 7.5 mg de desloratadina, los alimentos (desayuno rico en grasas, rico en calorías) no modificaron los parámetros de absorción de la desloratadina. En otro estudio, el jugo de toronja no tuvo efecto sobre la biodisponibilidad de la desloratadina.
Después de la administración oral, la desloratadina bloquea específicamente los receptores periféricos de histamina H1 debido a que el agente no penetra al sistema nervioso central (SNC).
Además de la actividad antihistamínica, la desloratadina ha demostrado actividad antialérgica y antiinflamatoria en numerosos estudios in vitro (principalmente realizados en células de origen humano) e in vivo. Estos estudios han demostrado que la desloratadina inhibe la amplia cascada de eventos que inician y propagan la inflamación alérgica, entre los que se incluyen:
La liberación de las citocinas proinflamatorias como: IL-4, IL-6, IL-8, IL-13.
La liberación de importantes quimiocinas proinflamatorias como el activador y regulador del linfocito T normal expresado y secretado (RANTES, por sus siglas en inglés).
Producción de anión superóxido por los neutrófilos polimorfonucleares activados.
Adherencia y quimiotaxis de eosinófilos.
La expresión de moléculas de adherencia como la P-selectina.
Liberación de histamina, prostaglandina PGD2 y leucotrieno LTC4 dependientes de IgE.
La respuesta broncoconstrictora alérgica aguda y la tos alérgica en modelos animales.
En dos estudios con dosis única, AZOMYR® Tabletas fue bien tolerado como se documentó por hallazgos de laboratorio clínico, exploración física, signos vitales e intervalos en el ECG. A dosis recomendadas AZOMYR® Tabletas fue bioequivalente a las formulaciones convencionales en tabletas y jarabe de desloratadina. Por lo tanto, se espera que la eficacia de AZOMYR® Tabletas sea la misma que con la presentación AZOMYR® Jarabe.
En un estudio clínico con dosis múltiples, en que se administraron hasta 20 mg diarios de desloratadina durante 14 días, no se observaron efectos cardiovasculares estadística ni clínicamente significativos. En un estudio farmacológico clínico, en que la desloratadina se administró a una dosis de 45 mg diarios (nueve veces la dosis clínica) durante diez días, no se observó prolongación del intervalo QTc.
La desloratadina no penetra hacia el sistema nervioso central. A la dosis recomendada de 5 mg diarios, la incidencia de somnolencia fue similar a la del placebo. En los estudios clínicos con dosis de hasta 7.5 mg diarios, AZOMYR® Tabletas no afectó el desempeño psicomotor. Una dosis de 5 mg de desloratadina no afectó los indicadores estándar de capacidad de vuelo de pilotos incluyendo exacerbación de la somnolencia subjetiva o los procesos relacionados con el pilotaje.
No se observaron cambios en las concentraciones plasmáticas de desloratadina, clínicamente significativos, en los estudios de interacciones farmacológicas de dosis múltiples, realizados con ketoconazol, eritromicina, azitromicina, fluoxetina y cimetidina.
En estudios farmacológicos clínicos, la administración concomitante de alcohol no incrementó el efecto de reducción en el desempeño psicomotor inducido por el alcohol, ni aumentó la somnolencia.
No se hallaron diferencias significativas en los resultados de pruebas psicomotoras entre los grupos que recibieron desloratadina y placebo, ya sea que se administraran por sí solos o con alcohol.
En dos estudios clínicos de 4 semanas realizados en pacientes con rinitis alérgica estacional y asma, la desloratadina demostró ser efectiva en reducir los síntomas de la rinitis alérgica estacional (estornudos, rinorrea, congestión y prurito nasal, así como prurito, lagrimeo y enrojecimiento de los ojos, prurito del paladar y de oídos) y del asma (tos, sibilancias, dificultad para respirar), y disminuyó el uso de medicamentos betaagonistas. El FEV1 no se alteró en los grupos que recibieron desloratadina y placebo.
En estudios conducidos en adultos y adolescentes con urticaria idiopática crónica la desloratadina se mostró efectiva para aliviar el prurito y disminuir el tamaño y número de las pápulas a las 24 horas de iniciado el tratamiento. En cada estudio, los efectos permanecieron durante el intervalo de 24 horas de dosificación. El tratamiento con desloratadina también mejoró la calidad del sueño y de la actividad diurna, como se demostró por la disminución en la interferencia de la calidad del sueño y de las actividades diurnas.
Se ha visto que AZOMYR® Tabletas es efectivo aliviando las molestias oculares de la rinitis alérgica estacional como se demostró en el cuestionario sobre calidad de vida por la calificación total en rinoconjuntivitis. La mejor respuesta terapéutica está asociada con incremento en varios dominios de la calidad de vida, entre ellos, la vitalidad y el funcionamiento social.